Durante mucho tiempo siempre hemos considerado que el mejor medidor para clasificar a una persona dentro de lo saludable era su peso o su IMC, pero como hemos podido comprobar a lo largo de estos años, no es un factor determinante.
El peso o IMC puede variar en función de la masa muscular (a más masa muscular más IMC siendo una mejora) o aún más relevante, puede que internamente tengamos un porcentaje elevado de grasa sin que se note en el peso. Esto sucede porque con el IMC o el peso no podemos determinar los kilos de grasa, masa muscular o hueso que poseemos. Es un dato demasiado simple.
Cada vez hay más casos de individuos jóvenes con una clasificación normal según IMC, que presentan trastornos metabólicos como hiperglicemia, hiperinsulinemia, hipertrigliceridemia o hipercolesterolemia, enfermedades asociadas de manera general a un patrón de obesidad.
¿Por qué con un IMC en normopeso podemos tener patologías asociadas a la obesidad?
La respuesta es muy fácil, tenemos una alimentación inadecuada y no practicamos deporte.
El delgado metabólicamente obeso, generalmente se alimenta a base de comida procesada y rápida y como no engorda, cae en la equivocación de no seguir una dieta ni de hacer ejercicio. Un error que a la larga se paga con ciertas patologías cardiovasculares ya que tienen más grasa visceral asociada que una persona saludable.
Si queremos evitar daño acumulativo por exceso energético y grasas oxidadas debemos preferir alimentos en su matriz natural en vez de aquellos ultraprocesados y envasados Entonces, la persona delgada metabólicamente obesa debería cambiar sus hábitos, practicando deporte o caminando 30m cinco veces por semana, incluyendo en la dieta proteína animal magra (pollo, huevos, pescado etc.), semillas, vegetales y frutas en abundancia, y prefiriendo las harinas integrales a las blancas.
Delgado metabólicamente obeso VS Obeso metabólicamente delgado
En el otro extremo están los «fofisanos» u obesos metabólicamente delgados. En este caso los individuos a pesar de comer saludable y de hacer algo de ejercicio no consiguen bajar de peso, pero sus analíticas nos muestran que su metabolismo está en perfectas condiciones.
El problema que tienen es que poseen más grasa subcutánea que una persona delgada, pero comparado con una persona delgada metabólicamente obesa tienen un porcentaje de grasa visceral más bajo (recordemos que la grasa visceral es la que se expande por nuestros órganos: corazón, hígado, riñón etc. dando una problemática mayor que la grasa subcutánea).
Para evaluar el porcentaje de grasa visceral que tenemos existen diferentes equipos (tanita, DEXA, FH-Basf etc.), todos ellos relacionados con la biompedancia un método que se basa en medir la resistencia que un cuerpo opone al paso de pequeñas corrientes eléctricas. De esta forma sabremos exactamente de que está compuesto nuestro peso.
En conclusión, se puede ser delgado e internamente obeso. Cada persona tiene un metabolismo diferente, esto quiere decir que para lo que a unos les sirve a otros puede ser que no. Lo importante es ser feliz, y tener una vida sana y completa para no padecer enfermedades, así que menos mirar los kg de más y a fijarse en el estilo de vida que llevamos!!!
Comments are closed.