El resveratrol pertenece al grupo de los polifenoles. Se encuentra fundamentalmente en la piel y en la semilla de la uva negra, y de otros alimentos como las frambuesas, moras, nueves, avellanas, almendras, cacahuetes y chocolate negro.
Los derivados de la uva negra, vino tinto y mosto, también contienen este antioxidante natural.
Este compuesto se produce como una forma de protección contra agresiones externas de la planta (vid). En la vid, contribuyen a la resistencia de microorganismos e insectos y ayudan a preservar su integridad por su continua exposición a estresantes ambientales, incluyendo radiaciones ultravioletas y altas temperaturas.
En el ser humano, parte de la actividad biológica de los polifenoles se debe a su capacidad de formar parte del sistema antioxidante celular. La elevada actividad mostrada a nivel fisiológico del resveratrol, se ha relacionado con el efecto preventivo sobre enfermedades cardiovasculares y el cáncer.
Existen muchas investigaciones acerca de los efectos del resveratrol frente a la prevención de enfermedades como el cáncer, la diabetes,…, Pero estos estudios carecen de suficiente evidencia científica dado que son estudios in vitro (células aisladas en laboratorio) y con animales (no se pueden extrapolar al ser humano).
Lo que hoy por hoy sí que está aceptado por la sociedad científica es el poder antioxidantes que el resveratrol, junto con otros polifenoles, ejerce en nuestro organismo. Pero el mecanismo por el cual este efecto previene la aparición de otras enfermedades todavía está por demostrar.
Un nuevo estudio realizado en la Universidad de Harvard (2015) abre una nueva vía de investigación que sugiere un mecanismo diferente al descubierto hasta ahora en la acción antioxidante del resveratrol. En este estudio han descubierto que a dosis humanas el resveratrol activa un gen protector frente a tumores y al envejecimiento celular.
Veamos que otras posibles propiedades aportaría el consumo de resveratrol
- Prevenir el cáncer. En 2012, la Universidad de Leicester (Reino Unido) demostró en modelos de laboratorio que una cantidad de resveratrol equivalente a la que contienen dos vasos de vino puede reducir a la mitad la tasa de tumores del intestino.
- Contra el Alzheimer. Varias investigaciones en animales de laboratorio han demostrado la eficacia del resveratrol a dosis dietéticas con la reducción de la progresión de diferentes tipos de Alzheimer, sobre todo el prematuro.
- Estimular el sistema inmune. En 2013 se publicó un estudio en el que se concluyó que el resveratrol junto con otro antioxidante presente en el arándano, estimulan el sistema inmune innato se los seres humanos.
- Reducir la rigidez arterial. La Universidad de Boston ha descubierto recientemente que el consumo de resveratrol presente en la uva roja, el cacahuete y otros alimentos, podría reducir la rigidez de las arterias en algunas personas con diabetes tipo 2.
- A nivel muscular. Este año también ha salido a la luz un estudio realizado con ratones de laboratorio en el que se observó que le resveratrol preserva las fibras musculares del envejecimiento y ayuda a proteger las conexiones neuronales.
Por lo tanto, por el momento lo único que podemos afirmar es que el resveratrol es un componente antioxidante, que actúa protegiendo frente a radicales libres nuestras células y DNA. Todavía tenemos que esperar más estudios clínicos que demuestren los mecanismos fisiológicos del resveratrol frente la protección de enfermedades.
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