Consecuencias del alcohol

El consumo de alcohol provoca una gran pérdida para nuestro cuerpo.

Una vez ingerido por vía oral, éste pasa por el esófago, atraviesa el estómago y llega al intestino delgado donde será absorbido por sus paredes hacia el torrente sanguíneo. Cuando pasa a la sangre, viaja por todo el cuerpo y se reparte por los diferentes órganos y tejidos de nuestro organismo causando grandes deterioros.

En resumen… ¡EL ALCOHOL ARRASSA POR DONDE PASA!
¿Una noche de fiesta con alcohol puede deteriorar nuestros músculos?
Buena pregunta.
Como ya hemos dicho antes, una vez ingerido, éste viaja por todo nuestro organismo, incluyendo también nuestro tejido muscular. De manera que por una parte, el alcohol crea un desequilibrio de agua en las células musculares (músculos) que hacen más difícil la producción de Adenosina Trifosfato (ATP), la fuente de energía de los músculos, de manera que los debilita.
Por otra parte, el consumo también afecta al aparato digestivo. En concreto, a la producción de enzimas digestivas que realiza nuestro páncreas con el objetivo de mantener y preservar nuestra musculatura en las mejores condiciones, por lo que el alcohol reduce esa producción de enzima digestivas, afectando así a la descomposición en componentes más pequeños de los alimentos y a la consiguiente absorción de esos nutrientes esenciales en los músculos.

Además, también disminuye el flujo sanguíneo de nuestro cuerpo, por lo que el consumo conduce a deficiencias nutricionales debido a la incapacidad de nuestro cuerpo para absorber y transportar estos nutrientes a nuestros músculos, de manera que los va deteriorando poco a poco.
Pero los efectos no acaban aquí. También altera el proceso de recuperación de los músculos, ya que una noche de alcohol perturba el sueño, impidiendo obtener un buen descanso.

Y…no hay que olvidar que la recuperación lo es todo en el entrenamiento, ya que posibilita la adaptación, y por tanto, la evolución constante para lograr nuestros objetivos y metas.

Y no solo esto, sino que también afecta a la producción de la hormona del crecimiento humano y de las testosterona, unas hormonas necesarias para el crecimiento muscular.

¿Hay algo que podamos hacer para reducir estos efectos?

Claramente, no beber es lo más recomendable, pero si en alguna ocasión bebes alcohol, debes hacerlo con prudencia; sin excederse con la cantidad.

El tipo de bebida también es importante, una bebida destilada aporta más cantidad de alcohol que una bebida fermentada. Además, las bebidas alcohólicas fermentadas, como el vino y la cerveza, contienen componentes no alcohólicos con propiedades beneficiosas para nuestro organismo (antioxidantes) que ayudan a reducir los efectos perjudiciales de la ingesta de alcohol.

La hidratación es muy imporante, puesto que el alcohol deshidrata nuestro organismo. Es imporante que tengamos una buena hidratación diaria, y si tomamos alguna copa, tenerlo en cuenta e incrementar el consumo de agua, para poder rehidratar al organismo después de la ingesta de alcohol.

Por último, siempre que se acompaña con comida, sienta mucho mejor ya que su absorción se enlentece, y la cantidad de alcohol que llega nuestros órganos de forma más progresiva, por lo que el cuerpo puede asimilarlo mejor y no producir tantos efectos tóxicos.

Importante… ¡EL CONSUMO DE ALCOHOL DEBE HACERSE DE FORMA RESPONSABLE!

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