La letra pequeña del ayuno

Durante siglos el ser humano ha practicado el ayuno por varios motivos: creencias religiosas, hambruna, reivindicaciones, etc…

¿Qué significa ayunar?

Ayunar significa, literalmente, abstenerse de ingerir cualquier alimento.

¿Puedo beber líquido?

En caso de que realices un ayuno absoluto, no.

¿Existen diferentes tipos de ayuno?

Sí, y se clasifican en función de la motivación (ayuno religioso, estético, higiénico, reivindicativo, espiritual o por estilo de vida), de las modalidades (ayuno asistido o personal), y de la intensidad (ayuno absoluto, parcial o intermitente).

¿Existen contraindicaciones?

En caso de personas con patologías diagnosticadas, deberían consultar a su médico, ya que la abstención en la ingesta de alimentos puede perjudicar su estado fisiopatológico. Además, personas que se encuentren en situaciones fisiológicas especiales, como el caso de embarazadas, niños y ancianos, no aseguraríamos un correcto mantenimiento orgánico.

¿Qué pasa en nuestro organismo?

Nuestro organismo posee la capacidad de utilizar tres sustratos energéticos disponibles en nuestro cuerpo: glucosa, ácidos grasos y aminoácidos. Como principal sustrato energético, el organismo utiliza glucosa almacenada en forma de glucógeno en el hígado y en el músculo, aunque también es capaz de utilizar ácidos grasos (almacenados como triglicéridos en el tejido adiposo), aunque en menor medida, ya que estos son menos eficientes a la hora de producir energía al organismo, y además, existen tejidos y órganos que solo pueden obtener energía exclusivamente a través de la utilización de glucosa (cerebro, retina, glóbulos rojos). Cuando el organismo detecta que los depósitos de glucógeno están al 50% de su capacidad, pone en marcha la utilización de ácidos graso. Cuando los depósitos de glucógeno se agotan (24 horas de ayuno absoluto), el organismo comienza a utilizar aminoácidos para obtener glucosa y poder proveer de sustrato energético a los tejidos y órganos que utilizan exclusivamente glucosa. Esto significa, que el organismo tiene que utilizar proteínas orgánicas para poder obtener la glucosa necesaria.

¿Perdemos masa muscular?

El organismo activa funciones metabólicas para evitar la bajada de azúcar en sangre (hipoglucemia) que produce el ayuno prolongado, entre ellas, utilizar proteínas corporales para obtener los aminoácidos especiales de nuestro cuerpo capaces de transformarse en glucosa, y así, poder nutrir el cerebro, la retina y los glóbulos rojos, entre otros órganos corporales. Por lo que si el ayuno es prolongado (>24h sin ingerir alimentos sólidos ni líquidos), existe el riesgo de perder masa muscular.

¿Sirve a perder peso?

La explicación de por qué no sirve el ayuno como método para perder peso está muy ligada con la anterior respuesta. Cuando realizamos un ayuno prolongado, se pierde masa muscular. La masa muscular es el elemento que más calorías consume de nuestro organismo, por lo que, si hemos dicho que durante el ayuno se pierde masa muscular, conllevará que gastaremos menos energía. En una dieta para bajar de peso, lo más importante es aumentar el consumo de energía por parte del cuerpo. Además, cuando el organismo detecta un cambio en la ingesta de calorías, activa mecanismos de ahorro (termogénesis adaptativa), disminuyendo el consumo de energía del organismo.

¿Tiene beneficios?

Existen estudios realizados con animales (poca evidencia científica) en los que se ha relacionado la baja ingesta calórica con el incremento de la longevidad. En humanos, existen pocos estudios que han asociado el ayuno con la reducción de factores de riesgo de algunas enfermedades asociadas al envejecimiento.

¿Aumenta la longevidad?

La evidencia científica respecto a la relación entre el ayuno y una mayor longevidad es escasa, por lo que deberemos esperar a obtener resultados de más estudios para poder firmar que las personas con una ingesta calórica menor son más longevas. ¿Existen riesgos? La evidencia científica sí que ha encontrado algunos riesgos sobre la salud. Hipotensión, retraso en la curación de heridas, depresión, pérdida excesiva de masa muscular, pérdida de fuerza, sensibilidad al frío, pérdida de masa ósea, pérdida de la libido, irregularidades menstruales, infertilidad.

En resumen…

el mejor método para conseguir un peso saludable es realizar una dieta variada, equilibrada y personalizada a tu situación fisiológica. El ayuno controlado por un especialista de la salud (médico o nutricionista) puede ser seguro, siempre y cuando, se cumplan las indicaciones para las cuales se ha indicado este tratamiento. Por eso, lo mejor es acudir a un especialista, este caso, un nutricionista, que pueda asesorarte para conseguir tu objetivo.

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