Cáncer de colon y alimentación

Buenas Impulsers!!! En la actualidad y cada vez más se están diagnosticando nuevos casos de cáncer de colon o también llamado colorrectal. Concretamente, en España, cada día se diagnostican una media de 95 casos nuevos, se ha convertido en el tumor maligno más frecuente en ambos sexos y la segunda causa de muerte por cáncer. Sin embargo, se trata de una de las neoplasias que mejor pueden prevenirse y que, si se detecta a tiempo, puede curarse en 9 de cada 10 casos.

La mayoría de los cánceres colorrectales aparecen sobre un pólipo benigno ya existente en la mucosa del colon, que por diversas circunstancias maligniza generando un cáncer.

Los síntomas del cáncer colorrectal incluyen:

  • Diarrea o estreñimiento
  • Sensación que su intestino no se vacía por completo
  • Sangre en las heces (ya sea muy roja y brillante o muy oscura)
  • Heces más delgadas de lo normal
  • Dolores o calambres frecuentes por gases, o sensación de llenura o hinchazón
  • Pérdida de peso sin razón conocida
  • Fatiga
  • Náuseas o vómitos

No hay una causa única para que se forme el tumor pero de las posiblemente relacionadas, parece que la dieta y los factores hereditarios juegan un papel muy importante en el riesgo de padecer este tipo de cáncer.

Los factores de riesgo más relevantes serían:

  • Edad mayor de 50 años.
  • Consumir dieta rica en grasas, baja en fibra y con alta ingesta de carnes rojas.
  • Aparición de pólipos benignos en el colon.
  • Tener antecedentes familiares de cáncer de colon o de recto.
  • Padecer alguna enfermedad inflamatoria intestinal como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa.
  • Fumar y beber alcohol

Cómo prevenir el cáncer colorrectal

La investigación médica sugiere que las dietas con bajo contenido en grasas y ricas en fibra frutas y verduras, pueden disminuir el riesgo de padecer este tipo de cáncer.

Así mismo, se aconseja no fumar y no beber alcohol, ya que su consumo aumenta el riesgo de padecer pólipos precursores del cáncer colorrectal.

Por último, es recomendable realizar alguna actividad física y mantener hábitos de vida saludables, porque la vida sedentaria y la obesidad favorecen la retención intestinal y el riesgo de aparición de esta enfermedad.

Alimentación

Te recomendamos que sigas una alimentación variada y equilibrada que incluya hidratos de carbono, presentes en las verduras y hortalizas, cereales (pan, pasta, arroz), frutas, legumbres; grasas, como el aceite de oliva, e incluir alimentos que aporte proteínas como el huevo, carne, pollo, pescado y legumbres.

En caso de no tener apetito, se recomienda comer despacio y masticando bien cada bocado y hacer varias comidas en pequeñas cantidades. Es importante variar al máximo las comidas, cuidando especialmente su presentación.

Existen diferentes métodos para aumentar las proteínas de la dieta sin aumentar demasiado su volumen, como por ejemplo, enriquecer la leche con leche en polvo, agregar huevo batido o trozos de queso a las sopas, preparar batidos con leche, etc. También es recomendable utilizar cocciones sencillas, como horno, hervido, vapor, hervido, y escalfado que suelen tolerarse bien. En cambios los fritos, rebozados y estofados pueden ser de difícil digestión y causar plenitud precoz.

 

 

 

 

 

 

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